Berta de Miguel

Madrid visto por Berta de Miguel

Madrid visto por Berta de Miguel

firmado por berta de miguel – periodista de moda en cosmopolitan

Qué fácil es que Madrid te atrape, ¿verdad? Cuando llegas, no tienes ni idea de qué te deparará y, en un abrir y cerrar de ojos, termina convirtiéndose en tu casa. Me llamo Berta de Miguel y soy una persona de contrastes: pasé de vivir en un pueblo de Soria, en la España vacía, a Chamberí, en el corazón de la capital, una aventura que ya dura unos cuantos años y que me ha traído hasta aquí para contarte por qué me enganché tan rápido a esta ciudad.

primeros años

No recuerdo cuándo pisé Madrid por primera vez porque, en realidad, ha estado siempre ahí. De niña y adolescente, venía a pasar algunos fines de semana, así que jugaba con ventaja cuando tomé la decisión de comenzar nueva etapa en la capital. Llegué con 18 recién cumplidos para hacer el grado de Periodismo y continuar con mi carrera de violín, dos objetivos que me han dado algunas de las mejores experiencias de mi vida.  Desde aquel primer día, a finales de septiembre, justo antes de empezar las clases en la Facultad de Ciencias de la Información de la Complutense, no he querido marcharme de aquí.

Encontré mi lugar muy rápido. Además de aprovechar cada minuto de la vida universitaria con mis amigos, en segundo de carrera empecé a escribir en una revista de música: iba a conciertos todas las semanas. Algo que me encanta de aquí es que a diario tienes a un buen artista cantando en alguna parte de la ciudad. De hecho, la amplia agenda cultural me ha permitido ver a mis cantantes y grupos favoritos: Miley Cyrus, Rosalía, Rihanna, Noel Gallagher, Marshmello, Leiva, Love of Lesbian… Todos han pasado por aquí, ya sea en una gira o en un festival (por cierto, aquí se celebran algunos de los mejores, como el Mad Cool, el Boombastic o, este año, el Primavera Sound).

Actualmente, soy periodista de moda en la revista Cosmopolitan, un sueño que perseguí durante mucho tiempo y que compagino con mi otra profesión deseada, la de violinista. Toco en orquesta y he tenido la suerte de estrenar una nueva obra en el Auditorio Nacional, interpretar El Cascanueces, de Tchaikovsky, en el Teatro Real durante una nevada histórica o tocar en la imponente catedral de la Almudena, así como en el edificio del Ayuntamiento o en la propia calle Fuencarral.

Mi trabajo en la moda me ha llevado a vivir oportunidades que nunca olvidaré, desde acudir a desfiles de diseñadores nacionales brillantes hasta cenar con los Carmona, concierto incluido, coincidir con Rosalía en un evento, conocer las nuevas colecciones de una firma en la Embajada de Portugal o llevar un lookazo a una fiesta en el Hipódromo.

FAVORITOS de madrid

Lo mejor de Madrid es que no existen dos días iguales. Eso es genial, porque siempre hay algo nuevo que descubrir, aunque también es importante mantenernos fieles a nuestros infalibles. Estos son los míos.

Empecemos por la mañana. Te recomiendo que tu punto de partida sea la plaza de Olavide. Paseando por las callecitas de alrededor, encontrarás Alma, una cafetería que tiene los mejores cruasanes de pistacho de la ciudad. ¿Te apetece más un brunch? En ese caso, Bô Coffee, con sus famosas tortitas, te encantará.

Después de coger energía, te animo a que camines hacia el paseo del Prado, donde seguro que hay una interesante exposición esperándote. Aunque, en realidad, no hace falta ir demasiado lejos para disfrutar de verdaderas obras de arte. Mi favorita reciente es la de Joana Biarnés, en el Canal de Isabel II. Además, en tu paso por la calle Santa Engracia, puedes acercarte a La Boutique de la Prensa para adquirir o simplemente hojear las editoriales internacionales de moda más inspiradoras o auténticos tesoros de coleccionista.

Si la hora del vermú te pilla en el Barrio de las Letras tras una visita al Thyssen, no puede faltar una tosta de gambas y alioli de la Cervantes. ¿Has preferido pasar la mañana en el museo Sorolla y su precioso jardín? Entonces, es obligada la parada en La Mina, cerca de Quevedo. Para probar un buen italiano, pásate por Il Posto y pide sus gnocchis. Otra opción que me encanta es el restaurante Caluana, al lado de la Plaza Mayor, pues esconde una apasionante historia detrás y, además, está conectado por un pasadizo con el Palacio Real.

Por supuesto, en este planazo de día no podía faltar una buena sesión de mimos. En Selvarrosa encontrarás un pequeño oasis del que saldrás flotando. Después, puedes aprovechar a callejear por el barrio de Justicia, perdiéndote por las tiendas tan especiales que lo habitan. Quizá más tarde te apetezca subir a uno de los ‘rooftops’ que coronan los infinitos edificios de Gran Vía para ver el atardecer. En ese caso, Vincci de Mint, Ginkgo Sky Bar o la terraza del hotel Emperador te encantarán.

Para ir a cenar con tus amigas, Ponzano siempre es un sí. En La Mamona, por ejemplo, puedes picar algo y después continuar la fiesta en el propio local. Una cita que nunca me pierdo es la Bresh, que se celebra en la Riviera algunos viernes al mes. Si prefieres un plan más tranquilo, mi lugar favorito para tomar un cóctel es Ficus (Santo Tomé, 8) donde, probablemente, te encuentres a alguna modelo madrileña.

MADRID, capital de moda

Madrid y su ritmo frenético son adictivos para gente non stop como yo, pero también aquí puedes encontrar tus rincones de paz siempre que los necesites. Es el lugar al que siempre me alegro de volver, incluso cuando llego del mejor viaje de mi vida. Porque está lleno de energía, de luz, de gente diversa, de mentes abiertas, de oportunidades y de planes las 24 horas del día. Porque nunca duerme. Porque te acoge y te cuida como si siempre hubieras sido de aquí.

En el fondo, creo que todos lo somos un poco. Porque una vez que llegas, te quedas para siempre.