Juan Carlos Mesa

Madrid visto por Mesa

Madrid visto Juan Carlos Mesa

firmado por MESA – DISEÑADOR & CEO MAISON MESA

Nací en Madrid en agosto de 1971 con toda la calor y creo que por eso me gusta tanto esa época del año en mi ciudad, soy diseñador hijo, nieto y bisnieto de modistas y claro, de nuevo abocado a que me fascinará este mundo salvaje de la moda, actualmente soy el CEO y Director creativo de mi propia marca Maison Mesa, vamos, la Casa Mesa en español o como se diría fonéticamente Mesón Mesa, que es otro juego de palabras que me “requetechifla”.

 recuerdos EN MADRID

Tengo tantos recuerdos de Madrid desde que era pequeño que este espacio podría ser un libro entero. Mis primeros años los viví en el barrio de Canillejas, en la calle Torre Arias, aún había muchos pisos sin construir, muchos descampados y lo que más me gustaba de todo un lavadero público al final de la calle donde todas las mujeres iban a lavar la ropa, me parecía lo más. Luego en la preadolescencia nos mudamos Torrejón de Ardoz, cosa que me dio rabia al principio porque hacía poco que acaban de inaugurar el metro en mi barrio y eso me parecía súper moderno, pero me encantó enseguida porque tenía un jardín comunitario bajo mi balcón y también me pareció lo más.

A pesar de ser a mucha honra, carne de extrarradio, en cuanto empecé con la adolescencia efervescente con 13 añitos, ya moría con el punk, lo gótico y todos los movimientos artísticos y de vanguardia, dibujar y pintar me volvía loco y para ello nada mejor que el centro de la capital, mi padre nos llevaba desde siempre muchos domingos al Retiro a montar en las barcas, los cines donde iba, recuerdo uno de la calle Infantas que decía que era más barato que los de Gran Vía y que ahora es mi supermercado o al Rastro, donde pude ver a los primeros punks y siniestros en pandillas grandes ya que antes , sólo los veía de uno en uno en mi barrio, o a pasear por el centro y contarnos dónde había trabajado, a qué cine iba, donde tomar tapas ricas , etc.

Así que en seguida fundí mi vida del extrarradio con el centro de la capital, a disfrutar de lo que aún eran los finales de la movida madrileña, los locales nocturnos y las fantásticas y emocionantes exposiciones, conciertos o películas de mis artistas favoritos que me ofrecía la ciudad, con mi pandilla de amigos que aún conservo, conociendo a maravillosos personajes de todos los rincones de España y del extranjero, porque en esa época la gente de mi barrio aún salía escandalizada y lanzando insultos del cine al ver la Ley del Deseo de Almodóvar, por poner un ejemplo.

Ya en los 90, todo aquello parecía algo de un pasado lejano y Madrid no paraba de ofrecer oportunidades, emociones, cultura, diversidad, de manera cada vez más excitante y los espacios culturales crecían sin parar, cada vez más interesantes y modernos, yo no salía del Reina Sofía que me emocionaba no sólo por sus expos, si no por la videoteca tan total dónde podía ver documentales de todos los artistas que me chiflaban y de salir por la noche a todos esos locales que tan efervescentes eran, llenos de gentes  diversas, artistas, de todo tipo y condición, amigos, extranjeros, famosos, excéntricos y de barrio, todos coincidíamos en la noche de Madrid.

Empecé a estudiar moda en Santa Engracia y a viajar al extranjero, cada vez que volvía de esos viajes me daba cuenta que mi ciudad era tan interesante, moderna y con identidad propia como eran esas ciudades que siempre me habían fascinado, nada que envidiar a New York donde tanto aprendí y me divertí en esas Raves del 90/91.

En ese momento descubrí que ya nunca dejaría mi ciudad, que aunque viviera fuera el tiempo que tuviera que ser, siempre volvería. Terminando mis estudios siempre con la mejor nota de la clase, comencé a trabajar en lo que me fascinaba y con la suerte de poder hacer realidad mis sueños y trabajar con mis ídolos de la moda y el primero de todos fue Jesús Del Pozo, al que admiraba desde pequeño en su estudio de la calle Almirate, que tan importante fue para la moda en los 80, después en marcas más industriales e igual de fascinantes para mi como fueron Blanco y Cortefiel y tras un año en México volví para trabajar con mi adorada Agatha Ruiz de la Prada, en un principio en la calle Marqués de Riscal y luego nos mudamos a Ortega y Gasset, de nuevo otro sitio emblemático de la moda de grandes marcas de Madrid, dónde pasé 15 años muy felices y emocionantes, eso sí, nunca dejé entre tanto de hacer mis propias colecciones junto a mis amigos de siempre en un colectivo maravilloso de artistas que se llamaba Laboratorio.

ACTUALIDAD en madrid

Hace 6 años junto a mi marido Sandys García, decidimos abrir nuestra propia casa de costura, Maison Mesa y como no podía ser de otro modo en el centro de mi querida ciudad, frente a la que abrió Balenciaga en Caballero de Gracia, yo lo hice en la calle Reina, cada uno a un lado de Gran Vía, ya sé que parecerá una chorrada, pero para mí es un gran sueño tener mi Maison tan cerca de la de mi gran ídolo.

Desde el segundo uno quisimos defender con Maison Mesa los valores que siempre había trabajado independientemente de las casa de costura para las que había trabajado, una de ellas fue la diversidad, demostrar que las personas son bellas y maravillosas independientemente de su raza, talla, altura, edad, condición sexual, etc y demostrarlo con nuestros desfiles, del mismo modo que defender y poner en valor y al día nuestras tradiciones, nuestro buen hacer y por supuesto nuestra herencia cultural y orígenes, poniendo como no, mi Madrid y sus sitios emblemáticos como escenografía imprescindible para entender lo que queremos trasmitir al mundo, llevando realizados desde entonces más de 50 desfiles en España y en el mundo, desde México a Tailandia.

Nuestro primer desfile fue en la antigua Casa Real de Cera, que por entonces era la sede de “El Paracaidista” un 31 de octubre para que nuestro aniversario de marca fuera siempre Halloween, para el segundo, cortamos tres calles de la Latina, Costanilla De San Pedro, Almendro, Cava Baja, saliendo las modelos del Museo de San Isidro y colaborando con los restaurantes de la zona y su maravillosa gastronomía, celebramos la fiesta en el jardín de Almendro bajo los restos de la muralla árabe. Desfilamos también en la Casa de Vacas de los Jardines del Buen Retiro, en el famosísimo Circo Price, en el Pabellón de Cristal de la Casa de Campo, en las espectaculares naves del Matadero, en la sala Space de Chamartín, en la Plaza Mayor, en la Plaza de Colón y en la Plaza de Oriente frente al Palacio Real.

Todos y me dejo algunos, sitios emblemáticos para la historia de mi ciudad, pero también para mi propia historia personal, sin la que sería imposible entender mi trabajo y lo que representa, es la triple M, Maison Mesa Madrid, mi nuevo proyecto más comercial que acabo de presentar con mi primera tienda Online inaugurada oficialmente este mes de septiembre.

favoritos de madrid

Y de nuevo otra sección para escribir un libro, pero de varios volúmenes, en fin haré un mini, mini resumen y me dejaré miles y muy queridos sitios en el tintero.

Quiero decir antes de nada que cada barrio de Madrid tiene sitios increíbles, muy especiales y que aunque lleves viviendo aquí 52 años como yo, no paras de descubrir rincones y lugares que te llegan al corazón, al alma y a todos los sentidos, gusto, olfato, tacto, oído y vista, grabándose en tu alma para siempre.

Dicho esto llevo ya muchos años disfrutando muy especialmente de dos barrios que me atrapan sin remedio como son Chueca y Malasaña, amo su efervescencia, su cambio constante, sus calles tan clásicas como modernas, llenas de urbanistas de todos los lugares de España y el mundo que conviven a la perfección, reflejo claro del espíritu de mi ciudad, donde todo el mundo se siente madrileño, como mi calle favorita que pone límite a estos barrios, la Gran Vía; siempre adoré sentarme en un banco de esta calle y ver pasar gente de todos los colores, nacionalidades, estatus, de todos los barrios y extrarradios, los que vienen a ver, a comprar, a disfrutar del cine o los musicales, a salir, a bailar,  a mendigar, a golfear, a pasear, a vender ilegalmente, a esperar a colegas, citas, novios, ex, familiares, todos pasan por aquí y dejan sus huellas en mi mirada y en mi corazón.

Adoro pasear por el Retiro entrando por la Puerta de Alcalá y saliendo por la Cuesta de Moyano sin dejar nunca de lado el Palacio de Cristal y la escultura del Ángel Caído, subir hasta la Plaza Mayor y tomarme unas cañas y unos maravillosos torreznos o un arroz con carne en La Juana, picar unas tapas de morir en La Musa en La Latina o las que sirven en Los Gatos en Huertas con una decoración tan pintoresca y alucinante con sus azulejos de esqueletos castizos, tapas que no es que estén riquísimas, es que lloras del gusto o de la risa, porque siempre encuentras amigos con los que disfrutar como mi adorada Eli Gil que es la Reina de los locales de Madrid y sabe siempre encontrar los mejores lugares con la mejor gente.

Otro clásico que me pirra es desde luego “La Carmencita” que tiene tanta historia que te mareas del gusto, la segunda taberna más antigua de Madrid en pleno Chueca o el Angel Sierra donde tomarte los vermuts más ricos en su clásica barra de aguas.

Claro que también hay mil sitios más contemporáneos que me chiflan, como la pequeña hamburguesería Pink´s donde sólo hay un tipo de hamburguesa y punto, así que imaginaros lo buena que está o mi restaurante favorito Omeraki del genial Alberto Chicote en el barrio de Salamanca, donde nunca terminas de sorprenderte de lo rico que está todo, lo bonito y moderno que es el espacio que además es ultra sostenible en todos los sentidos, con un trato impecable.

Salir de compras es otra maravilla en la ciudad, con miles de tiendas de todo tipo y condición, como en el resto, no puedo nombrar todas pero aquí van algunas de mis favoritas, para muebles IKB191,  todo lo que tienen me ataca de una manera que ni imagináis, El Moderno, tienda regalos increíble tan guay como lo es Curiosité donde siempre encuentras algo para los demás o para ti, otra que me encanta es Chopper Monster donde me compraría todo desde un bolso hacha a un traje de bebé vampiro, es lo más. De ropa ni te cuento, porque soy diseñador y no tendría fin, pero te aseguro que en cualquiera de las de mis compis españoles o en sus ateliers encontrarás más de lo que necesites y a precios que seguro te sorprenden.

Claro está que la cosa no acaba ahí, después hay que tomar unas copas o salir a bailar, porque Madrid sin la noche, no es Madrid y como de todos es sabido, de nuevo miles de locales y discotecas nos harán terminar con los huesos dislocados como decía Alaska, primero pásate a tomar algo a la terraza de Picalagartos con las vistas más espectaculares, luego ves a tomar unas copas al Tremere en la Latina, tranquilo con buena música y charloteo, más tarde puedes ir a bailar como loco al Lula Club en plena Gran Vía como en los 90 y si es domingo y aún te queda energía no puedes faltar a la fiesta más divertida de la ciudad La Parrala o como dice su Instagram La Parrala se Mueve, su hostess Sete conseguirá seguro que cierres la semana con la mejor música y el ambiente más total de todo Madrid, desearás que siempre sea domingo.

🖤 madrid

Pues ya veis porqué Madrid es Capital de Moda para mí, así con mayúscula, porque la moda no es más que el reflejo de la sociedad, un reflejo de sus mentes, de como avanzan en el tiempo, como se abre al futuro, a la esperanza, a la diversidad, a la tecnología, a los corazones de sus habitantes, un Madrid que es y queremos que siga siendo, una ciudad de todos y para todos, que nos enseñe su pasado y que tienda sus brazos al futuro, un futuro siempre mejor, más igualitario y lleno de oportunidades para todos y como decía el señor Spock en Star Trek con “Larga vida y prosperidad”.