Lauren Izquierdo

Madrid visto Lauren Izquierdo

Madrid visto Lauren Izquierdo

firmado por lauren izquierdo – periodista & escritora

Cada vez que alguien me pregunta por Madrid se me iluminan los ojos. Madrid siempre será parte de mi esencia, mi caballero de brillante armadura y la historia de amor más bonita que jamás escribiré. Mi nombre es Lauren Izquierdo, soy de Alicante y hace tiempo que vine a Madrid a componer sueños hechos moda e historias que merecen la pena ser contadas.

primeros tiempos en madrid 

Mi infancia y adolescencia nunca fueron las tradicionales. Siempre fui de esas niñas que incomodaban a adultos con preguntas demasiado maduras para la edad que le correspondía. A los quince, cuando ya había publicado dos relatos, fundé el blog que me llevó a ver mis primeros desfiles en la MBFWM, “Talla treinta y Ocho”. Lo llamé así porque un profesor me dijo una vez que nunca sería nadie en el mundo de la moda con una treinta y ocho. En esa época de mi vida sufría un TCA bastante importante. Es más, me acompañó desde los quince hasta los dieciocho. No creo que tenga la respuesta acertada que explique por qué lo hacía, pero las adolescentes tienen mucha presión. En mi caso sentía que tenía que ser la mejor en todo, era muy exigente, tenía sueños y ambiciones demasiado altas, y supongo que tampoco ayudaba sentirme como la Patito Feo Gorda y Estrafalaria de mis amigas. Los chicos no me daban la hora, y yo sentí que la culpa era mía. Paradójicamente, fue la moda la que me salvó de la bulimia. Y también Madrid. Una me dio las herramientas que necesitaba para encontrarme a mí misma a través de los básicos y los colores, y la otra me dio la oportunidad de ser quien quisiera ser sin el miedo al qué dirán ni a los cuchicheos de un pueblo sin mala intención. La moda y Madrid me enseñaron a ser libre y a no tener miedo. A nada, ni a nadie.

Mi andadura en la capital comenzó a los dieciocho un seis de septiembre de hace ya seis años. Me matriculé en Periodismo en la Universidad Carlos III de Madrid, y pronto empecé a moverme, y a saber aprovechar el momento preciso. Tuve buenos profesores en la Universidad, pero lo cierto es que soy quién soy por mis maestros de la calle que conocí en redacciones ruidosas y caóticas, en los eventos más absurdos y sacados de contexto y en conversaciones completamente off the record a las tantas de la madrugada en cualquier antro taciturno.

fotos realizadas por patricia blas – @patygelduck

madrid en la actualidad

Creo que tener este espíritu aventurero de querer más me ha llevado a ser quien siempre he querido ser: un proyecto en construcción de 24 años que sigue aprendiendo y que se ha curtido a base de golpes, y miles de cientos de pruebas de ensayo y error, que le apasiona el mundo de la moda (y la belleza) en todas sus aristas y que encuentra sus alas en el mundo de la literatura. Actualmente soy periodista freelance especializada en moda y belleza, trabajo en medios como Mujer Hoy e Instyle; y soy escritora de novela postromántica. He publicado cuatro novelas, y el dieciséis de diciembre publico Las tres hijas que nunca tuve, mi quinto libro junto a Ediciones Ruser.

Un día Pablo López dijo en uno de sus conciertos: “Madrid, gracias por todas las puñeteras mejores noches de mi vida”. Coincido al 110%. Madrid me ha declarado la guerra. Y el amor. En mil millones de ocasiones. Es una ciudad que me ha llevado a vivir mil y una experiencias que llevo adscritas en el corazón y en el alma. En Madrid me dieron mi primer beso, y también el segundo. En Madrid, David Guetta me dijo que era muy guapa cuando yo me sentía fea, cerré un acuerdo editorial en la presentación de un brunch con cientos de Bloody Mary de por en medio, y también me ha llevado a probar la mejor tortilla de patatas de mi vida (que, por cierto, es la de Mónica Bardem). Madrid me dio y me arrebató a mi mejor amiga, y también me ha enseñado que el tiempo no todo lo cura, pero que es bueno para coger perspectiva.

Es una ciudad que me ha empujado a dejar mis miedos atrás, que me ha enseñado a reír y llorar como una niña pequeña a partes iguales, y que también me ha dado a esos amigos que yo llamo familia. Aquí he encontrado mi pasión por los libros, y mi pasión por crear historias con mucha moda ambientadas en esta ciudad mágica, como sucede en Espinas de Terciopelo, La Luz de Detrás de sus ojos, Tú, yo y las alas de un boomerang o Las tres hijas que nunca tuve.

En estos seis años que llevo viviendo en la capital he aprendido que Madrid te obliga a saltar para sobrevivir, a no conformarte y a encontrar cuál es tu camino si estás atascada en la incertidumbre. Lo bonito de Madrid es que, aunque no seas de aquí, es sencillo sentir que la ciudad te pertenece. Decir que vives en Madrid es decir con orgullo que formas parte de la ciudad donde todo es posible, y donde los sueños sí se cumplen.

fotos realizadas por patricia blas – @patygelduck

mis recomendaciones en madrid

La magia está en todas partes, en los perritos calientes del Estupenda Café Bar, o las copas del Economato o Café Manuela; en la noche de Café de París, Sácame por Dios o Marta Cariño, en brunchs como el de The Toast o Nomadé Café; o en restaurantes que saben a cielo como Gioia, Ginger o Café Barbieri.

A mí personalmente me encanta ir al teatro y a museos. En el Museo Reina Sofía he escrito varios capítulos de mis libros, y en el Museo del Traje me he dejado seducir por el pasado. En el Teatro Pavón hice mi primera entrevista, en el Teatro Lara he visto muchas de las mejores obras que recuerdo y el Teatro Real siempre me hace sentir con el corazón un poquito más lleno.

Si me preguntas dónde compro, la respuesta se complica. Encuentro mis mejores piezas en lugares como el WOW Concept, en tiendas de segunda mano del barrio de Malasaña o en lugares insospechados que me encuentro paseando.

¿Por qué madrid es capital de moda?

Madrid es Capital de Moda porque es el mejor anfitrión, porque en él se encuentran artesanos que definen con palabras hechas moda lo que es el verdadero talento; y porque es una ciudad a la que le encanta dar, mimar y aumentar el valor exponencial de todo lo bueno (y lo malo) que cualquiera quiera contar.